“Procesos Industriales Área de Manufactura”
Funciones Matemáticas
Lic. Mata
Luis Donaldo Macías Salinas
2”C”
11/01/16
Rectángulo Dorado (áureo)
Es un rectángulo muy especial, cuyos lados están en una proporción igual a la razón áurea es
llamado un rectángulo áureo,
los griegos lo consideraban de de particular belleza y lo utilizaron
asiduamente en su arquitectura inconscientemente
se diseñan infinidad de cosas que resultan tener la forma de un rectángulo
áureo: las hojas de papel tamaño carta miden 11 x 8 pulgadas, por ejemplo; esto
nos da la proporción 1.37 que se parece a la razón aurea, sólo por curiosidad,
invitamos al lector a que mida y obtenga las proporciones de las ventanas de su
casa, de su cuadro preferido, del mueble que más le agrada, muy probablemente
serán rectángulos áureos.
De
estos rectángulos podemos obtener una gran infinidad de rectángulos, es posible
también aplicar el proceso a la inversa: a partir de un rectángulo áureo, puede
construirse otro más grande añadiéndole un cuadrado de lado igual al lado mayor
del rectángulo original.
Los griegos utilizaban estas proporciones a sus famosos
monumentos, unos siglos después una de las mentes más grandes que ha existido
en la humanidad, Leonardo da Vinci que vivió entre los
años 1452 y 1519 profundizó en los estudios y aplicaciones y fue él quien dio
los nombres de razón áurea, número de oro, etc. Para los griegos el rectángulo
áureo era un rectángulo además de bello por sus proporciones, era misterioso.
Existen muchos trabajos, estudios sobre algunas figuras geométricas basadas en
este rectángulo.
¿Cuáles son sus
dimensiones?
El rectángulo áureo aparece con frecuencia en la
naturaleza, así como en muchas obras artísticas y objetos inventados por el
hombre. Se le denomina también como rectángulo de oro, y es el rectángulo cuyos
lados están en “razón áurea”. La razón áurea, o número de oro, es un número
algebraico irracional (decimal infinito no periódico) que posee muchas
propiedades interesantes y que fue descubierto en la antigüedad, no como
“unidad” sino como relación o proporción entre segmentos de rectas. Esta
proporción se encuentra tanto en algunas figuras geométricas como en la
naturaleza. Puede hallarse en elementos geométricos, en las nervaduras de las
hojas de algunos árboles, en el grosor de las ramas, en el caparazón de un
caracol, en los flósculos de los girasoles.
Asimismo,
se atribuye un carácter estético a los objetos cuyas medidas guardan la
proporción áurea. A lo largo de la historia, se ha atribuido su inclusión en el
diseño de diversas obras de arquitectura y otras artes.
El
número áureo es el valor numérico de la proporción que guardan entre sí dos
segmentos de recta a y b que cumplen la siguiente relación:
Este
valor numérico nos debe arrojar el siguiente resultado:
Leonardo Pisano y el
Número Áureo
Este libro mostró la importancia del nuevo sistema de numeración
aplicándolo a la contabilidad comercial, conversión de pesos y medidas, cálculo ,intereses, cambio de moneda, y otras numerosas aplicaciones.
En estas páginas describe el cero, la notación posicional, la descomposición en factores primos, los criterios de divisibilidad. El libro fue recibido con
entusiasmo entre el público culto, teniendo un impacto profundo en el
pensamiento matemático europeo.
El número de Oro
El número de oro, también conocido
como razón áurea, suele representarse con la letra griega Φ, en honor a Fidias,
el arquitecto que diseñó el Partenón, (es un templo dedicado a la diosa Atenea
que protege la ciudad de Atenas), es el monumento más importante de la
civilización griega antigua y se le considera como una de las más bellas obras
arquitectónicas de la humanidad. El descubrimiento de este número se atribuye a
la escuela Pitagórica, de hecho los pitagóricos utilizaban como símbolo la
estrella de cinco puntas, en la que aparecen distintas razones ó proporciones
áureas, como veremos más adelante en el desarrollo de este tema. Pero, ¿Por qué
es tan importante este número?, ¿Qué mide?. Este número aparece repetidamente
en el mundo que nos rodea, primeramente en la naturaleza, en las proporciones
de los cuerpos de los seres vivos, en la forma de distribuirse hojas y flores
en el tallo de las plantas, y luego en todas las obras de la mano del hombre.
Se ha usado como elemento de diseño en construcciones arquitectónicas tan
antiguas como la pirámide de Keops, siempre con el propósito de crear belleza,
armonía y perfección, Los rectángulos áureos cumplen una sorprendente
propiedad, y es que dentro de un rectángulo áureo se pueden meter infinitos
rectángulos más, de manera que sigan siendo áureos. El rectángulo áureo inicial
HKNP se ha dividido en un cuadrado y otro rectángulo á u reo GMKH, y en este
último se repite el proceso..., y así indefinidamente hasta tener infinitos de
estos rectángulos. Para construir la espiral logarítmica, se utilizará el
cuadrado de cada rectángulo áureo, se trazan arcos en estos cuadrados, con la
única condición de elegir el centro conveniente para que la espiral tenga
continuidad.
EL NÚMERO DE ORO EN LA NATURALEZA
El hombre
como medida de todas las cosas, según el esquema de El hombre de Vitruvio, que
es un auténtico símbolo para la humanidad y que recoge las ideas clave del
pensamiento renacentista que tan bien supo plasmar Leonardo Da Vinci en su
famoso dibujo "La cuadratura humana". Realmente el gráfico conocido
como El hombre de Vitruvio es una ilustración que Leonardo Da Vinci realizó
para el libro La Divina Proporción, escrito por su amigo Luca Pacioli, quien a
su vez tomó sus ideas de los arquitectos romanos del renacimiento. En este
gráfico aparece un hombre inscrito en un cuadrado y en círculo, y sólo intenta
mostrar las proporciones áureas que hay en un cuerpo humano.
El Partenón, templo griego dedicado a la diosa
Atenea que protegía la ciudad de Atenas, fue mandado construir por Pericles, en
honor de la diosa. Su realización fue encargada a los arquitectos Calícrates e
Ictinios, bajo la supervisión artística del maestro Fidias, de quien toma su
nombre el número de Oro (Φ phi), entre los años 447 y 432 a.C. Fidias utilizó
en su construcción su conocimiento de la belleza y armonía, inherentes al
número áureo, para fijar las dimensiones de todo el edificio y situar los
detalles escultóricos. En su diseño los arquitectos debieron de realizar
numerosos estudios y maquetas, y el complejo arquitectónico en conjunto, y en
cada una de sus partes, tiene presente la división áurea. Y en la gran pirámide
de Keops la relación entre la mitad del lado de la base y la altura de los
triángulos laterales es también el número de Oro. También está presente el
número de Oro en construcciones un poco más cercanas, como la Torre Eiffel o la
catedral de Notre Dame.
Pero probablemente donde sorprenda un
poco más encontrar el número de la Divina Proporción es en el terreno de la cirugía
estética, surgida del afán por eliminar la imperfección del rostro humano y
alcanzar más belleza y armonía. Este afán llevó al famoso cirujano plástico,
Stephen Marquardt, afincado en California, a viajar por todo el mundo,
realizando numerosas encuestas sobre belleza y tratando de encontrar un factor
común a todas las caras bellas y armoniosas de este planeta. Encontró
interesantes resultados sobre simetría y proporciones que le llevaron a
contactar con expertos matemáticos en el campo de Teoría de la Medida, y
también con ingenieros informáticos capaces de procesar en sus ordenadores los
millones de datos recabados para transformarlos en imágenes. El resultado de
años de trabajo en equipo es un elemento matemático, mundialmente conocido como
Máscara de Stephen Marquardt, y que sirve, nada más y nada menos que para medir
la belleza. Y esto no es una construcción pretenciosa con afán de llamar la
atención, es simplemente el número de Oro elevado a la máxima potencia: El
ansia de control y dominio por parte del ser humano para alcanzar la
perfección. La máscara es el resultado de múltiples superposiciones de
elementos áureos: pentágonos, triángulos áureos, rectángulos de Oro. Si se
superpone una copia de la máscara, realizada en papel o plástico transparente,
sobre una fotografía de un rostro humano, cuantas más líneas de la máscara
coincidan con las líneas reales del rostro más belleza y armonía hay en dicho
rostro.
A lo largo de la
historia, desde pensadores hasta matemáticos o teólogos han meditado sobre la
misteriosa relación que se establece entre el número áureo y la naturaleza de
la realidad. Esta curiosa relación matemática, conocida popularmente como la
Proporción Divina o Áurea, fue definida por
Euclides hace más de dos mil años a raíz de su papel crucial en la construcción
del pentagrama, al cual se le atribuyen propiedades mágicas.
La Espiral
Logarítmica
Si tomamos un rectángulo áureo ABCD y le
sustraemos el cuadrado AEFD cuyo lado es el lado menor AD del rectángulo,
resulta que el rectángulo EBCF es áureo. Si después a éste le quitamos el
cuadrado EBGH, el rectángulo resultante HGCF también es áureo. Este proceso se
puede reproducir indefinidamente, obteniéndose una sucesión de rectángulos
áureos encajados que convergen hacia el vértice O de una espiral logarítmica.
Esta curva ha cautivado, por su belleza y
propiedades, la atención de matemáticos, artistas y naturalistas. Se le llama
también espiral equiangular (el ángulo de corte del radio vector con la curva
es constante) o espiral geométrica (el radio vector crece en progresión
geométrica mientras el ángulo polar decrece en progresión aritmética). J.
Bernoulli, fascinado por sus encantos, la llamó spira mirabilis, rogando que
fuera grabada en su tumba.
La espiral
logarítmica vinculada a los rectángulos áureos gobierna el crecimiento armónico
de muchas formas vegetales (flores y frutos) y animales (conchas de moluscos),
aquellas en las que la forma se mantiene invariante. El ejemplo más visualmente
representativo es la concha del nautilus.
En el Hombre
Leonardo Da Vinci
realizó este dibujo para ilustrar el libro De Divina Proportione del matemático
Luca Pacioli editado en 1509. En dicho libro se describen cuales han de ser las
proporciones de las construcciones artísticas. En particular, Pacioli propone
un hombre perfecto en el que las relaciones entre las distintas partes de su
cuerpo sean las del dibujo adjunto. Resulta que la relación entre la altura del
hombre y la distancia desde el ombligo a la mano es el número áureo.
Algo de
historia
Aunque
no fue hasta el siglo XX cuando el número de oro (conocido también como sección
áurea, proporción áurea o razón áurea) recibió su símbolo, (FI) (la sexta letra
del abecedario griego, nuestra efe), su descubrimiento data de la época de la
grecia clásica (s. V a.C.), donde era perfectamente conocido y utilizado en los
diseños arquitectónicos (por ejemplo el Partenón), y escultóricos. Fue
seguramente el estudio de las proporciones y de la medida geométrica de un
segmento lo que llevó a los griegos a su descubrimiento.
¿Qué mide?
Supón
que tienes un segmento y que lo quieres dividir en dos trozos de tamaños
distintos. Esto puedes hacerlo de muchas formas, por ejemplo dividiéndolo de
modo que la parte mayor sea el doble que la menor, o cuatro veces la menor,
etc. Ahora bién, sólo existe una forma de dividir tal segmento, de modo que la
relación (razón o ratio) que guarden el segmento completo y la mayor de las
partes sea igual. Es decir, son iguales el segmento y el trozo mayor que las
dos partes entre sí. Para ello basta con que dividas la longitud del segmento
inicial entre =1,618 y el resultado es la longitud del trozo mayor.
Rectángulo
áureo
Un rectángulo especial es el llamado rectángulo áureo. Se
trata de un rectángulo armonioso en sus proporciones.
Dibujamos un cuadrado y marcamos el punto medio
de uno de sus lados. Lo unimos con uno de los vertices del lado opuesto y
llevamos esa distancia sobre el lado inicial, de esta manera obtenemos el lado
mayor del rectángulo. El número áureo ha sido utilizado desde la época de los
egipcios para la construcción de edificios, si bien, son los griegos los que lo
explotaron al máximo usando en todas las facetas del arte.
La
Proporción Aurea
De forma simple, la Proporción
Aurea establece
que lo pequeño es a lo grande como lo grande es
al todo. Habitualmente esto se aplica a las proporciones
entre segmentos. Esta razón ha sido venerada por toda cultura en este planeta.
Podemos encontrarla en el arte, la composición musical, incluso en las proporciones
de nuestro propio cuerpo, y en general en toda la Naturaleza
"escondida" detrás de la secuencia de Fibonacci. En este sitio
también proporcionamos algunos ejemplos de disciplinas en donde la presencia de
la Proporción Aurea resultaba insospechada hasta hace
poco. Este es el caso, por ejemplo, de la Física Atómica o la población de los
codones del ADN del genoma humano completo.
Es este artículo voy a presentar
lo básico sobre la Proporción Aurea. Como no me
gusta dar las cosas por supuestas, tampoco espero que tu lo hagas. Por lo
tanto, intentaré proporcionar demostraciones matemáticas o geométricas cortas
de mis afirmaciones (no temas, no te vas a enfrentar a ninguna ecuación
diferencial en derivadas parciales). Vamos a hablar sobre la definición de la Proporción
Aurea, su construcción geométrica, algunas propiedades
matemáticas, y algunos objetos geométricos importantes donde se puede
encontrar. Las "aplicaciones" se dejan para las páginas separadas que
puedes encontrar en la sección "Y mucho más...", aunque te recomiendo
leer este artículo primero.
Qué es la sucesión de
Fibonacci?
La serie de Fibonacci es una sucesión infinita de
números naturales: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21,… Los dos primeros números de la
sucesión son 0 y 1. Los otros términos son la suma de los 2 términos anteriores
en la sucesión: 0+1=1, 1+1=2, 1+2=3, 2+3=5, 3+5=8, 5+8=13…
Esta sucesión se la debemos a Leonardo de Pisa,
también conocido como Fibonacci, matemático Italiano del siglo XIII. La
sucesión descubierta por este matemático la podemos encontrar en la
computación, matemáticas, juegos, en el arreglo de un cono, en la música,
¡hasta en la naturaleza!
El descubrimiento de Fibonacci nos entrega otras
sorpresas como su aplicación en diferentes áreas, como en la imagen que se
encuentra a continuación donde se construye un rectángulo con cuadrados
internos que son la longitud de los números de Fibonacci.